RECORDANDO A UN AMIGO

Hay un pensamiento que dice: “RECORDAR ES VIVIR”, es propicio el momento para hacer realidad el mismo. Hoy recordamos los egresados de la Facultad de Agronomía Promoción 1977, aquellos días, aquellas horas y momentos compartidos con un gran compañero y amigo: LADISLAO GUERRA MORALES. Nos remontamos a los años de 1973, cuando un grupo de 120 jóvenes procedentes de todo el país, nos encontramos por vez primera, en una de las aulas de esa nuestra querida Alma Mater, Universidad Nacional de Panamá, Facultad de agronomía, hoy facultad de Ciencias Agropecuarias. Todos con un mundo de sueños, esperanzas, con sed de buscar y encontrar lo que solo conocíamos por referencias…así  iniciamos ese gran recorrido cuya meta ya estaba establecida: alcanzar el Título de Ingeniero Agrónomo en diferentes especialidades ya que el Agro era nuestro sentido común,  lo que nos motivaba e inspiraba como profesión: contribuir a producir alimentos más sano, tanto agrícola como pecuario,  proteger la naturaleza, ayudar al productor nacional y servir a nuestra Patria  como profesionales.


Así, iniciamos aquella hermosa época, cuya preocupación era echarle al estudio como lo expresábamos en aquel entonces. Todos de origen humilde, sencillos; cada uno dejaba atrás un hogar donde Papa y Mama seguían luchando y muchas veces con sacrificio para enviar lo necesario para nuestra estadía en la gran ciudad. Así, llega a nuestras vidas un compañero de las tierras chiricanas: LADISLAO GUERRA MORALES. Para el grupo fue símbolo de lucha, de querer salir adelante para ser alguien en un futuro. Un joven sencillo, callado, reservado…tranquilo…lleno de mucha calma, así era él. Le recordamos por su excelente dominio de las Matemáticas, lo cual le permitió destacarse en todas esas materias relacionadas. Durante los cinco años compartidos, hubo muchas vivencias, muchas horas de estudio, las materias que impartíamos no eran fáciles, para ese entonces no existía la tecnología de hoy, las horas en las bibliotecas eran interminables, las copias eran cuestión del día a día. Y ahí estaba ese compañero: anuente a compartir sus conocimientos, a ayudar al que así lo necesitaba. Pero lo positivo de todo este mundo de estudio es que nos permitió compartir…unir lazos de amistad, sentirnos amigos y muchas veces hermanos. 


Así pues, transcurrieron cinco años, nuestro compañerismo y amistad eran más profundas. Damos a gracias a DIOS PADRE, que las drogas no eran parte de nuestro vivir, existían, pero no las conocíamos. El alcohol solo en las celebraciones de cumpleaños, terminación de semestrales, novatadas, la cual nos permitían tomar un pequeño tiempo para celebrar, conversar, expresar nuestro sentir y brindar. Compartíamos un ambiente muy sano. Recordamos la Datsun de color celeste, donde el compañero LADISLAO GUERRA nos trasladaba de un lugar a otro para nuestros trabajos e investigaciones de grupo. Y porque no, hasta para un pequeño paseo después de una larga jornada de exámenes semestrales.


En 1977, en época navideña, y en casa de otro buen amigo: Ramón De La Lastra que, de Dios Goce, nos despedimos con Júbilo por el triunfo alcanzado, al culminar materias y dedicarnos al trabajo de graduación: Tesis. Pero en nuestros corazones había sentimientos encontrados porque después de largos años, nos despedíamos. Cada uno retornaría a su lugar de origen, a su familia, a realizarse ya como profesionales en algún lugar del país cristalizando ese sueño que un día nos vio nacer. La vida continuaba. Y así efectivamente continuó. Nuestros trabajos, los compromisos personales y la familia, nos absorbió. Pero nunca olvidamos ese lazo de amistad de compañerismo que creció una vez, cuando aún éramos jóvenes.


Después de 40 años, volvimos a reencontrarnos, en ese hermoso almuerzo celebrado en el HOTEL MYCONOS, en Santiago de Veraguas. Disfrutamos, recordamos, compartimos anécdotas. Que maravilloso reencuentro. Algunos con hijos, nietos, otros pasados de Kilos, pero de seguro…un poco más viejos…sí más viejos, pero más nutridos de conocimientos y de experiencias que solo te da la vida. Aquí en este encuentro, estaba nuestro querido amigo y compañero Ladislao Guerra Morales, quien en compañía de su esposa Señora: María de Guerra, nos acompañó, aun recuperándose de un padecimiento cardiaco, y como si adivinara que el tiempo le estaba gratificando para volver a encontrarse con este su querido grupo de la Facultad de Agronomía Promoción 1977.


LADISLAO GUERRA MORALES, oriundo de Nancito Tolé, orgulloso del suelo que le vio nacer, logro muchos peldaños en su vida profesional como: Director Regional, MIDA R.1, Director Regional de IDIAP en la provincia de Chiriquí, Director Nacional, en la Dirección de Productos y Servicios del IDIAP. Además, asumió la responsabilidad de Proyectos de Divulgación de Tecnología a extensionistas a nivel nacional. Fue Catedrático en la Faculta de Ciencias Agropecuarias en la Universidad de Panamá. Siempre lo caracterizo su profesionalismo, integridad, y su responsabilidad que era tan alta, que viajaba hasta tres veces por semana desde la provincia de Chiriquí hasta la capital a cumplir con sus compromisos. Este era nuestro compañero. Muy responsable.


Hoy volvemos a despedirnos…pero es el amigo…el compañero…que se nos adelantó hacia esa nueva morada ….nos alienta nuestra confianza y Fe en las palabras de Jesús que dicen: " Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. " Juan 11:25-26.


Estamos seguros que estás en casa del Señor…ahí tienes reservada una habitación…donde solo habrá Paz y tranquilidad. Hasta pronto querido compañero, amigo, y colega….es un hasta luego. Solo muere aquel que se olvida y LADISLAO GUERRA MORALES, Jamás morirá…porque su trabajo, esfuerzo, dedicación, su legado de valores humanos y cristianos vivirá entre nosotros por siempre. Su recuerdo será nuestra dulce compañía.


Con mucho cariño, entregamos esta nota a su esposa: Señora María de Guerra, sus hijos, nietos y demás familiares, expresando nuestras sentidas condolencias y rogando a Dios Padre les de la fortaleza necesaria para superar tan triste momento. 


Palabras del corazón del grupo de excompañeros de la facultad de Agronomía de la Universidad de Panamá promoción 1977.